lunes, 18 de febrero de 2013

Así deberíamos despertar todos los días

¿Se te hacen duras las mañanas al despertar? ¿Odias los lunes? ¿Te despiertas pensando en el pesado de tu jefe? ¿Piensas que será un rollo aguantar al profe de turno en el Instituto? ¿Crees que el día será demasiado largo?


Al repetir estos y muchos otros pensamientos negativos y limitadores como un mantra, lo único que conseguirás será que todas las expectativas negativas se vayan confirmando una a una. Y no solamente eso, tu nivel de motivación estará tan bajo, que lo único que estarás deseando es que acabe el día cuanto antes...para poder llegar a casa y descansar...y levantarte al día siguiente, otra vez...y pensar lo duro que será, otra vez.

En lugar de eso, y seguir tirando piedras contra nuestro propio tejado, puedes crear pensamientos o creencias potenciadoras. Motivadoras. Auto-motivadoras.

Si quiero automotivarme no hay mejor manera de hacerlo que verbalizar esos pensamientos positivos. Hay que creerlo. Tienes que creértelo. Y expresarlo.

¿Alguien duda de la energía y motivación con la que acudirá esta niña al colegio?